Habitaciones: no tienen ningún lujo, las camas son relativamente cómodas, hay toallones, shampoo y jabón suficiente para todos (me alojé en una habitación cuádruple), pero el día que llegamos le habían puesto demasiado perfume a los acolchados, tanto que no se podía estar dentro de la habitación y además se humedecieron desde las sábanas hasta el colchón. Por suerte nos cambiaron todas las sábanas (hace 4 días que volví y todavía siento el olor a ese perfume en algunas de mis ropas). El baño estaba ok pero se filtraba el agua de la pileta y caía al suelo. Comedor: el primer almuerzo los vasos estaban sucios. La comida ok, variada, y a petición de nuestro grupo prepararon menúes especiales (celíaco, vegetariano). El desayuno no tiene muchas opciones (medialunas y tostadas) pero en cantidad me pareció suficiente. Buena la atención de los mozos.
Instalaciones: el parque y la zona de la pileta es linda y agradable. Falta un lobby o zona de descanso adentro (hay tres o cuatro sillones desvencijados y sucios). Hay un sector con venta de productos regionales y recuerdos, al estar lejos del centro se puede aprovechar para comprar algo ahí.
Está correcto para alojarse pocos días y pasar poco tiempo en el hotel.