No salió nada mal, todo muy correcto. Pero no volvería, hay mejores.
Nos entregaron la habitación en horario, nos dejaron quedarnos un rato en la pileta una vez que hicimos check out.
Pero las hormigas nos entraron por la ventana a la cama todos los días, y hasta nos comieron una caja de chocolates entera. Desde la administración, solo nos dieron un "raid".
No hay televisión, ya sé: "estás de vacaciones y no debería interesarte", pero el día que llovió a cántaros hubiera venido bien, o para mis noches de desvele... no entiendo por qué no tiene.
Me hice masajes y la verdad muy malos (no le quise decir a la dueña) pero las chicas que me hicieron masajes se notaba que lo hacían así nomás y hasta se reían entre ellas y hablaban en voz baja, o sea CERO relax.
La comida MUY rica. La verdad, variada y rica. Pero 30 pesos un jugo de naranja me parece too much!
Y el desayuno divino, te lo traen a la habitación.
Mis viejos se hospedaron en La Posada del Virrey en la misma época que nosotros, y ellos sí tenían tele, shampoo y crema de enjuague, toallas de pileta, y un gran parque para descansar.
La dueña nos dejó pasar un día entero en la pileta y hasta bañarnos en una habitación sin cobrarnos absolutamente nada, solo pura amabilidad.
Ahí si volvería... acá no, si bien no hubo nada trágico tampoco se ofreció nada fuera de lo normal, prefiero la próxima ir a La Posada del Virrey que cobran 200 pesos menos la habitación.