Fuimos el año pasado, si bien el hotel ya estaba un poquito descuidado nos gustó y repetimos este año.
Pero éste año bastante desilucionados, habitación con paredes sucias ( culpa de los huéspedes que no les importa en muchos casos cuidar), pero una lástima que no se encarguen de la limpieza de las mismas .en el baño encontré varios pelos, lo que da un poco de asco.
Sábanas ultra gastadas, prácticamente transparentes.
Y desayuno pobre, algunos días ni una sola fruta!!!
Los dos chicos jovencitos de recepción son muy amables,al igual que la señora que prepara el desayuno.
Lo mejor del hotel es la ubicación, a 100 mts de las termas.