Personal amable y dispuesto a resolver cualquier duda o inconveniente. Habitación austera pero con lo suficiente y limpia. Baño limpio pero sin toallas de mano. El punto en contra es la imposibilidad de un descanso apacible, por los ruidos de otras habitaciones y falta de insonorización. Amén de ello el Sommier con colchón completamente hundido, te caes en un pozo. Nos acostamos al revés es decir del lado de los pies, cambiando todas las almohadas pero fue lo mismo. El desayuno normal autoservicio, con café e infusiones. Panificados múltiples pero elementales. Recepción con un par de sillones y baños limpios. Wi-fi pasable. Cerca del centro comercial y gastronómico de Iguazú, zona segura para andar de noche sin problemas. Tiene patio exterior con pileta. La limpieza d las habitaciones hay que pedirla en recepción, si no no pasan a rehacer camas ni toallones. Solo para estar a un paso del centro y pocos días. Pensaba hacer El Calafate en septiembre y hospedarme en el Kelta de esa ciudad, pero lo voy a estudiar bastante.