Arranquemos por lo primero que me llevo de este lugar y eso es la buena onda del genio del encargado, Gustavo. Baños y cocinas limpisimos y completos, nunca nos falto nada. habitaciones piolas. El desayuno que todos queremos, cafe y medialunas para comer hasta el hartazgo. El comedor asi como todo el complejo muy agradable. Ambiente ameno, ideal para compartir con otra gente, amigos, familiares, donde fluye la comunicacion con los demas grupos de viajeros. En resumen, un lugar donde es imposible llevarse una mala experiencia y a un precio por demas accesible. Totalmente recomendable