Estuvimos alojados 6 noches. Es una experiencia verdaderamente inolvidable por el lugar en el que está enclavado, el silencio por estar alejado de toda población y la paz que se respira en el lugar.
Sandra y Diego, encargados del hotel, te hacen sentir como en casa, estando siempre atentos a las necesidades del huésped.
Las comidas de Diego son simplemente SUBLIMES, por la calidad y variedad. Se trata de una cocina fusión del norte con productos frescos de la zona. Todos los días nos sorprendía con platos novedosos y deliciosos.
Difícil olvidar el poder despertar todas las mañanas con los colibríes en la ventana de nuestra habitación.
Muchas gracias Sandra y Diego por la experiencia, fueron los mejores 6 días de nuestro viaje por el norte! Esperamos poder visitarlos pronto!
Tinkunakama ❤️