La posada tiene una buena ubicación ( a solo unas cuadras de la plaza principal) y estacionamiento gratuito, aunque es pequeño y solo entran unos cuantos autos.
Lo mejor es el jardín y la vista a los cerros que se aprecia desde ahí. Fuimos en diciembre, temporada baja según nos comentaron, y no estaba habilitado el restaurante. Solo se cocinaban las pocas opciones de la carta y a pedido con antelación (pedimos un bife con puré para nuestra bebé pero al final nos dijeron que no iban a comprar carne porque era cara). El desayuno no es abundante pero alcanza para comenzar el día. Mejoraría un poco más la limpieza (nuestro baño olia feo y la habitación a humedad si no se aireaba). Supongo que por lo mismo de la temporada baja no había ninguna actividad en los espacios comunes como promete en la página. En fin, para ir a descansar y en familia esta ok.