En su interior espacios muy amplios, tanto para el lobby, bar y comedor, todo muy bien mantenido y logrado y por sobre todo, muy limpio, siempre hay alguien repasando.
Sus habitaciones (la nuestra la 122) espaciosas con todo para el confort, desde el minibar hasta un excelente TV y el baño con su hidromasaje no cabe duda que es un valor agregado a tener en cuenta.
El personal muy bueno, desde Rodrigo en el bar-restaurante que se lleva los aplausos, aunque Elsa y Noelia no se quedan atrás, hasta la recepción con Dante, Fabiana (una sonrisita por favor) y Celeste que colaboran en lo que uno necesite.
Dispone de un restaurante muy bueno, ofrecen un sistema de 1/2 pensión con menú a la carta que es para tener en cuenta, ya que es bastante completa con todas las opciones y con platos muy bien preparados; el desayuno también muy bueno y durante el día un servicio de bar a la pileta que complementa la atención.
Y ahora el exterior....Lástima que se encuentra algo descuidado y en ello no influye ni los arreglos y ampliaciones que están realizando ni un problema que tuvieron por una fuerte tormenta. Jardín casi sin cuidar, canteros abandonados,con yuyos y césped que le hacia falta hace rato otro corte, macetas y maceteros vacíos y hasta con plantas secas.....una pena, lo verde en el color de un jardín es un complemento para el descanso que no siempre los establecimientos tienen en cuenta. La pileta, el principal atractivo en un lugar termal, si bien el agua estaba transparente, el borde se notaba bastante sucio con la grasitud propia de los bronceadores y cremas para el sol, se notaba que no estaba cepillada desde hacia ya días.
Puede ser que cuando terminen las reparaciones o ampliaciones en todo el sector exterior, apliquen a los jardines un buen trabajo de mantenimiento y entonces sí....va a estar de 10 ¡¡Muy lindo hotel!!