Sucedió algo muy extraño. Como íbamos a ir un día de junio y los demás de julio, escribimos a fines de marzo y junio la tarifa era 9000 y julio 14100. Nos pareció un aumento excesivo pero bueno, julio es temporada alta. Pasada una semana de esa consulta ya para julio piden 16030. La respuesta es que actualizaron las tarifas. O sea vivimos con inflación pero actualizar sobre lo actualizado y además para un determinado mes la tarifa no es la misma para todos? Conclusión actualizaron tanto que ya entre este hotel y otros mejores que ofrecen media pensión, no hay diferencia.

Ubicado a unas 5 cuadras de la plaza central, que es donde está el Casino, y allí hay varias cuadras con comercios para turistas: bares, restaurantes, heladerías, negocios de ropa y regalos.
Habitación normal, sencilla, con una cama grande, 2 mesas de luz, tv con cable, placard, 2 sillas y una especie de mesa larga para apoyar cosas, aunque muy angosta, apenas me entraba justito la notebook.
El baño es chico pero suficiente. Hay dispenser de jabón, champú y acondicionador. Hay hidromasaje y abundante agua caliente.
El punto fuerte del hotel es la pileta de agua termal y el amplio parque junto a la pileta, con reposeras, sillas, sombrillas, quincho con mesas y sillas para almorzar, bar y restaurant. El hotel proporciona batas a los huéspedes y se puede comer ahí junto a la pileta en bata sin cambiarse, lo cual es muy práctico. Pero tengan en cuenta que hay moscas y hormigas que son bastante molestas.
Hay wifi gratis en todo el hotel.
El desayuno buffet es muy completo. Incluye facturas, tortas de varios gustos, palmeritas, alfajores de maicena, masas secas, frutas, jamón y queso y algunas cosas mas.
También se puede almorzar y cenar en el hotel en cualquier momento entre las 12 y las 23 horas. La comida es muy buena y abundante. La carta es muy variada, hay de todo. Al mediodía hay un menú que incluye postre y sino se pide otra cosa de la carta. Los precios son accesibles. Por ejemplo en un almuerzo comimos carré de cerdo con papas y budín de pan de postre, muy rico y porciones grandes, y 2 aguas, y gastamos entre los dos $ 2300.
Se puede almorzar y cenar en el restaurant interior, en el quincho del parque o en las mesas debajo de los árboles. Nosotros comimos siempre al aire libre porque los días estaban lindos. De noche iluminan el parque y se ve hermoso.
La atención del personal es muy amable y son accesibles para solucionar algún problema que se presente.
El ambiente es muy familiar. Estuvimos 3 días y desde el primer día ya charlábamos con otras parejas en la pileta.
Lo que sugiero para mejorar es colocar una heladerita en la habitación y cambiar la música que se escucha en la pileta. Estuvieron 3 días poniendo reggaeton y siempre repitiendo los mismos temas. Nunca una música local o al menos ir cambiando de género musical. Y uno de los días la música estaba a un volumen altísimo y cuando fui al quincho a almorzar le dije al mozo que estaba muy fuerte y la bajó.
Otra cosa que no me gustó es que se permite fumar en la zona de pileta y parque. Había gente desubicada fumando sentada en el borde de la pileta o en las mesas mientras uno estaba comiendo en la mesa de al lado. Tuve que cambiarme de mesa varias veces para alejarme del humo que me hace muy mal.
Si vuelvo a Termas me volvería a alojar en este hotel porque los puntos a favor son mas que los puntos en contra y tuvimos una buena estadía.