pasamos semana santa 2015 en este hotel situado cerca del viejo mercado de la ciudad, que actualmente está en refacciones. al entrar a la zona uno se lleva a lo mejor unamala impresiòn (apenas se cruza el puente llendo del sur se dobla en el primer semáforo a la derecha) pero el lugar es tranquilo y a tres cuadras comienza el centro de la ciudad.
elegimos un departamento para dos. habitaciòn con buen aire acondicionado, lcd 24 con directv somnier cómodo. la pequeña cocina con muebles desvencijados, heladera, los cubiertos habìa que pedirlos al amable empleado todoservicio roberto. Nunca tuve agua caliente en el baño, por lo que hubiera sido imposible darme un baño termal allí, y no tuve problemas para higienizarme porque hizo mucho calor.
Hizo un fin de semana de mucho calor, por lo que casi no podíamos bañarnos en la piscina termal ubicada en el patio porque la temperatura era impiosible de resistir, incluso una de nuestras amigas estuve mal luego de bañarse unos pocos minutos.
El quincho amplio al igual que los asadores pero muy sucios y llenos de telas de araña como el horno de barro.
el patio sirve de cochera a cielo abierto pero bien protegisos, aunque lo dejàbamos al frente del hotel por comodidad. no advertimosproblemas de seguridad en Rio Hondo.
La ciudad muy linda, la noche derìo hondo fantástica, con numerosos restaurantes donde se como bien y a un precio razonable. Recitales gratuitos organizados por la administración pública de gran jerarquìa. Muchísima ente de todas las edades.El casino con shows y musica bailable con entrada gratuita.
Me hubiera gustado que el hotel tuviera el agua más templada. Ir a Rio Hondo y no aprovechar sus termas me pareció un pecado.
Volviendo al hotel el desayuno con cafe con leche, yogurt e infusiones autoservicio y libres, bizcochos, tostadas medialunas y facturas, dulce y manteca, todo abundante y muy bueno al igual que el recinto para desayunar. Probablemente si hubiera estado fresco nuestra estadìa hubiera sido mucho más aprovechada.