Estuvimos el fin de semana del 25 de mayo. Para ser generosa, voy a decir que la experiencia con este hotel fue poco satisfactoria.
Empezando porque la página web tiene un problema de seguridad al hacer las reservas, por lo que ahí comenzaron los problemas. Durante los dos días en que nos hospedamos en el hotel intentamos hablar con el gerente para ponerlo en conocimiento de esto, nunca lo conseguimos. La habitación era muy pequeña y tenía dos camas chicas (somos una pareja y estamos acostumbrados a una cama matrimonial), cuando reclamamos, lo solucionaron juntando las dos camas con lo cual o mi pareja o yo terminábamos durmiendo casi colgados en el medio. El baño era amplio pero la ducha no tenía flor, no había mampara o cortina para separar la ducha del inodoro por lo que al ducharte mojabas todo el espacio del baño. El depósito del inodoro estaba roto, el flotante se trababa y había que abrirlo cada vez que lo usabas para destrabarlo, el bidet estaba despegado del piso, no había secador de pelo, ni percheros para colgar la toalla de mano (sólo unos tornillos al costado del espejo). El segundo día subimos a la terraza para aprovechar el buen clima (había bajado la temperatura) y tomar un baño de agua termal en la pileta… la habían desagotado ¡Increíble!!! No entiendo la lógica… El desayuno del primer día estuvo bien pero el segundo día fue espantoso. Según el personal que lo atendía tenían órdenes de colocar sólo una cierta cantidad de jamón y queso, manteca y mermelada y una vez que se había terminado no les permitían reponer, con lo cual muchas personas (nosotros llegamos a las 8:05, es decir, cinco minutos después del inicio del horario de apertura del comedor) nos quedamos sin poder desayunar porque había ya mucha gente haciéndolo y, por supuesto, ya casi no quedaba nada para comer. ¡Una vergüenza!
Se supone que es un hotel 3 estrellas… no llega ni a 2. Tienen mucho para mejorar.
Lo único que nos gustó fue la ubicación.