Si bien el personal es super amable, resolutivo, eficaz y divertido (los mozos encabezados por Gustavo, por ejemplo) el hotel es un 3 estrellas del año 60. No tiene calefacción en las habitaciones (aunque si se pide ,te traen una estufa eléctrica pequeña), no tiene teléfono en las habitaciones, la bañera es super estrecha y con solo una asidera en una cabecera. Considerando que los pasajeros son mayormente grupos de jubilados, personas mayores y con problemas de movilidad, esto es escaso. La humedad que brota del suelo está bien disimulada con placas antihumedad en las habitaciones, pintadas por encima, pero el olor a humedad permanece. Asi es que en el baño ni siquiera se secaba la malla.Hay una pileta cubierta interior, pero de los 5 dias que allí estuve, 2 de ellos estuvo vacía.La pileta exterior está bastante bien , pero cuando uno sale de ella, el vientito exterior se hace sentir. Finalmente, como no hay ascensor para subir al piso superior, tuve que pedir una habitación en planta baja, debido a mi discapacidad motora. Como dije antes, el personal , que es muy amable, resolvió enseguida la situación y con una mínima espera para que la acondicionaran, me pude alojar.