Mi señora tenía que alojarse por una noche en ese hotel por un evento en la ciudad de Salta. Habíamos pasado 4 días en un departamento y ese día yo volvía a Buenos Aires en un vuelo por el que tenía que estar en el aeropuerto a las 18 hs.
Cuando hace el check in el recepcionista le pregunta si estaba conmigo, que me encontraba unos pasos más atrás. Mi sra le explicó que, como viajaba a las 18, iba a dejar las valijas y salir a almorzar y luego retornar hasta la salida del vuelo. En total no iban a sumar más de dos horas, máximo tres.
Como si fuéramos adolescentes (tenemos 60 años) nos dijo que solo me podía quedar por 15 minutos y que había cámaras de seguridad para controlar si permanecía más tiempo. Nunca nos había pasado eso.
Al subir a la habitación, la misma daba a una terraza. La ventana no tenía persiana, reja o traba para poder impedir que alguien entrara al cuarto. Había otra habitación que daba a la misma terraza. Al bajar le preguntamos al recepcionista cuál era la medida de seguridad para ese tema. Nos contestó que, para poder entrar en esa habitación había que salir por la ventana del otro cuarto y meterse por la ventana del de mi sra. Obviedad que no supimos como responder. Eso implicó que no hubiera nada que impidiera el ingreso si alguien quisiera hacerlo.
Otra de las participantes del evento se encontró con una habitación con olor a cloaca. Tan fuerte que, inclusive cerrando la puerta del baño, el olor era insoportable. Cortesía del hotel, la cambiaron de habitación que tampoco tenía medidas de protección. Por temor, esta persona cerró la ventana. El calor era sofocante. Prendió el aire y, era tal el ruido que hacía, que se pasó toda la noche prendiendo y apagando el aire para no morir de calor o del ruido.
El desayuno, básico.
El hotel supo tener sus días de gloria. Lo visitaron Balduino y Fabiola, reyes de Bélgica en 1965. Es probable que no le hayan hecho muchos cambios ya que se veía anticuado y con olor a viejo. No merece tener ni la mitad de las 3 estrellas que posee.
Un mal final para una semana donde todos los otros salteños nos atendieron con una amabilidad increíble.
Sdos