Hotel sencillo y cómodo. Llegamos a la tarde y merendamos en las mesas cerca de la pileta, el hombre del bar del hotel nos ofreció unos cubiertos y vasos que nosotros no teniamos,para poder cortar la rosca que teniamos y tomar una chocolatada. Nos dieron toallones para la pileta que estaba muy buen cuidada y la disfrutamos mucho. Habitación sencilla pero muy cómoda. Se descansó sin problemas..pienso vover cuando esté de viaje por la zona