Para empezar por lo positivo, la atención fue entre muy buena y excelente, tanto en la recepción como en el restaurante, el resto fue bastante regular. Las instalaciones básicas, le falta mantenimiento, decoración, si hay nieve/lluvia no hay forma de salir sin mojarse los pies. En las habitaciones solo las camas y mesas de luz, extrañamos algún escritorio, cafetera, silloncito, algo esperable para tener una estancia más cómoda... El desayuno rico pero también básico, no había quesos ni fiambres por ejemplo, y el horario hasta las 10, para mí gusto se queda corto para unas vacaciones de invierno. El restaurante muy bueno, pero con muy pocas opciones, sobre todo para chicos, por ejemplo no tenían milanesas ni pollo, y me quedé con las ganas de comer trucha porque tampoco tenían a pesar de que todo lo mencionado estaba en la carta. La pasamos mal ? No, la verdad que no, podríamos haberla pasado mejor ? Seguramente si.