Pasé 3 noches con amigas. El hotel tiene muy buena ubicación frente al lago, buena calefacción y excelente personal, Valentina y Eduardo.
Pero está muy deteriorado, con varios años sin realizarle mantenimiento. Habitaciones con humedad, aberturas en mal estado, cerraduras rotas, televisores que no funcionan bien, sin cambio de toallones, alfombras sucias, baños que tienen adentro Calefón a gas para calentar agua, que ocupa la mitad de la superficie del mismo.
Las habitaciones cercanas a las escaleras (ubicadas debajo de una especie de sala de máquinas) tienen un permanente ruido a motores que de noche resulta molesto. El desayuno es básico. Yo no recomiendo parar en este hotel.