Es un coqueto hotel, pequeño, muy familiar. Estuvimos 3 noches, alojados en 2 habitaciones. Está en la calle paralela a la principal, muy cerca de todo, ideal para ir caminando a todos los locales comerciales, y restaurantes. Tiene un hermoso lobby, rustico. La zona es muy segura, en si todo San Martin, me pareció muy tranquilo y seguro.
Debido al protocolo, la pileta no estaba habilitada.
El desayuno seria un punto a mejorar, es muy simple, básico. Le faltaría incorporar frutas, productos panificados, tortas.
Las habitaciones son cómodas, las nuestras tenían vista al jardín.

Llegamos un sábado a la tarde. El hotel por fuera es muy hermoso. Muy buen ubicado. Cuando ingresamos lo primero que hicieron es cobrarme ( no me gusta esa modalidad ya que si no te gusta el lugar que elegiste no podes irte xq ya pagaste) cuando llegamos el cuarto era una triple y no tenía papel higiénico. Cuando bajamos a preguntarle a la encargada me dijo q no tenían otra doble por eso nos mandaron allí. Okay.
Otro tema, el desayuno, me pareció muy pobre... Quedo en el olvido esas fotos que subieron otros huéspedes, ahora tenes una carta super acotada y rellenada con macanas para hacerla más larga. Muy básico para mi opinión...no es buffet, tenes que pedirle a una señora y si repetís algo sentís todo el tiempo que te estás abusando. El jugo es citric y el pan lactal de la góndola del super, nada es casero o natural.
El cuarto normal, hubo un día q no pasaron a limpiar xq hay una sola chica y llovía, intentamos salir por 3 horas pero no alcanzó el tiempo.
El baño es anticuado, la griferia con el logro del hotel ya no va, esta gastada y se sale.
El agua el primer día estaba tibia, el día siguiente quemaba y al día siguiente un intermedio ( un poco confuso el tema de la regulación) y la calefacción igual.
Finalmente y resumiendo, no me parece un hotel que tenga relación precio/calidad dista mucho de eso.
No se si volvería.