Casona del Alto es un alojamiento de primer nivel,con hermosas vistas a las montañas en todos sus ambientes, exquisitamente decorado y con todo el confort necesario para una estadía alejada del bullicio de la ciudad. Cuenta con pileta climatizada,jacuzzi, gimnasio y una acogedora y surtida biblioteca. Sus dueños, Lili y Fernando, se ocupan de todos los detalles y hacen que la estadía sea muy placentera.El desayuno es excelente y también se ofrece un menú pequeño pero con deliciosos platos para la cena.Sin duda un hermosísimo lugar para quienes disfrutan de espacios tranquilos, con suave música.Nos encantaría volver!

Alto nivel, para viajeros exigentes. Construcción cuidada con detalles de calidad, buen gusto y muy cálida. Desde todos los ambientes las vistas son increíbles. Las habitaciones cubren ampliamente las expectativas, con mucho confort y espacio. Por ser solo para adultos, el silencio reina en todo la posada e invita al descanso, aprovechando la cantidad de lugares con ventanales increíbles. Se puede cenar es un punto importante y la comida es muy rica. Sus dueños Fernando y Lili siempre están a disposicion, y brindan toda la información necesaria. Ojalá podamos volver.

Hospedándose en la casona uno no deja nunca de contemplar el paisaje patagónico. Para nosotros fue vital ya que nos alojamos con mis padres de 85 años y sabíamos que pasaríamos mucho tiempo en el hotel. El lugar está meticulosamente diseñado e incluso una de sus nueve habitaciones es apta para personas con movilidad reducida.
Es imposible no destacar la atención y calidez de sus dueños Lili y Fernando, quienes te hacen sentir como invitados en su casa. Las cenas inigualables con la mesa impecablemente servida, el pan caliente, la comida hecha por Lili y esa exquisita sopa de calabaza a la que mis padres nunca pudieron decir que no.