Es difícil decir qué parte de la experiencia de quedarse en Kalasur es más placentera.
El complejo es bellísimo, ubicado a metros del parque nacional Lanín y muy cerca del centro, su terreno está poblado por hermosos árboles, que incluyen ejemplares autóctonos como robles pellines, arrayanes, chin-chin y notros, junto con arbustos pataónicos como las nalcas y michay. También hay ejemplares exóticos de gran belleza como alerces noruegos, douglas fir y cerezos. Su superficie es montañosa y se ve atravesado por un arroyo sereno.
Las instalaciones son excelentes. Nosotros nos quedamos en la unidad los Robles, que tiene dos amplias habitaciones, una terraza y un patio que da al bosque, losa radiante, y están eauipadas con todo tipo de utensilios. Los baños son muy cómodos y bellísimos, decorados con bachas de vitrofusión con diseños exquisitos.
Sin embargo, es la atención de sus dueños, Héctor y Marcia, la que hace del lugar una experiencia inolvidable. Su amabilidad, calidez y charla nos han dejado con ganas de regresar al apart muchas veces más.