Luma Casa de Montaña está emplazada en un lugar bellísimo, rodeada de arrayanes, asomada al Nahuel Huapi, casi suspendida sobre el lago.
El edificio es hermoso y confortable; su arquitectura es la de una villa florentina; cada color, cada objeto, cada detalle, han sido elegidos con cuidado y gusto exquisitos.
El spa y la pileta climatizada exterior son ámbitos en los que vale la pena dejar transcurrir las horas, serenamente.
Pero el entorno y el edificio serían cascarones vacíos si no los complementara la atención cálida, sencilla, no invasiva, de todo el personal; entre ellos, Elizabeth, Ornella, Sandra, Gustavo, Sergio... siempre amable y solidariamente dispuestos a facilitar la estadía de los huéspedes.
Un placer, un sitio al cual regresar, un refugio que se agradece.Más
- Wi-Fi gratis
- Estacionamiento gratis
- Piscina
- Restaurante