El hotel está ubicado bien dentro de Puerto Manzano, por lo que recomiendo contar con movilidad propia (si bien gran parte del trayecto es de tierra, no es problema aún en días de lluvia). Cuenta con una privilegiada salida al lago, muelle y juegos para chicos. Por buena experiencia previa, nos hospedamos por tercera vez consecutiva. En ésta oportunidad optamos por la Cabaña N° 3 apta para cinco personas. El primer piso consiste en un living/comedor con vista al lago, cocina completamente equipada, y un gran balcón con parrilla. En el subsuelo se encuentra una habitación matrimonial, otra con tres camas individuales, y dos baños (uno con jacuzzi). Destacable que la escalera tenga una puerta plegable de seguridad para niños. A diferencia de nuestras estadías pasadas, tuvimos varias deficiencias. Nos hospedamos por seis noches y en dos de ellas no tuvimos agua caliente (una vez lo solucionaron recién al día siguiente, y la otra bien entrada la noche cuando ya nos habíamos bañado con agua fría), más allá del desperfecto en ningún momento pidieron si quiera una disculpa (ni al avisar el inconveniente, ni al solucionarlo, ni al momento del check out). Por otro lado, la Cabaña cuenta con dos televisores pero sólo uno tenía cable. La señal de internet Wi-Fi es casi nula y el desayuno discreto (más completo los fines de semana). Excelente piscina climatizada in/out. Si bien el restaurante tiene un menú escueto y de precios elevados, todos los platos que probamos fueron de calidad y para compartir (considerando esto, los precios resultan más razonables). Muy buen mantenimiento y limpieza en general. Atención regular. Siempre lo elegimos y nos sentimos a gusto, pero talvez haya llegado el momento de conocer nuevas alternativas.