Camas sucias, piso del baño con pelos, vasos del baño con manchas, malos olores, anticuado, me recordó a la casa de mi bisabuela muerta a los 100 años en el año 2016. Básicamente era un lugar era un lugar con potencial pero muy mal cuidado.
Para no hacer una crítica poco constructiva les dejo aquí unos típs:
- comprar colchones de calidad, después de dormir en la cama quedé con la espalda adolorida.
- las cortinas pueden cambiarlas por unas fáciles de abrir, tipo black out.
- limpiar los baños seguido y con cloro, una falta de respeto para los huéspedes ver esta suciedad que llegaba a dar asco pisar sin calcetines.
- cambiar las duchas. al ducharme se sale todo por la tina. Busque otras opiniones y mucha gente dice lo mismo, partan por eso.
- limpiar la piscina, llena de moscas.
- darle luz a la sala de gimnasio.
- sacar la música de ambiente, molesta a algunos huéspedes.

Por último, creo que en calidad-precio le pongo un 3 ya que siendo este un lugar de precio levemente alto la calidad es bien mala por lo mencionado anteriormente.
Pd: esta es una hostería, no un hotel.

Atendida por sus propios dueños, un lugar especial. Calidad, excelencia, cordialidad y cortesía. La calidez que marca la diferencia. Imperdibles las peras al vino tinto, servidas al desayuno por la señora dueña de casa, entre tantos otros detalles.