Malo. Lo único bueno es la ubicación si estás buscando estar en pleno centro (aunque muy ruidoso, suele haber músicos callejeros en la puerta)
Las habitaciones que dan al frente no tienen persianas ni black out por lo tanto entra toda la luz y es difícil dormir, además del ruido de la calle.
El desayuno es muy precario, sólo lo sirven de 7.30 a 9.30 am un horario muy acotado. Tostadas viejas, 2 medialunas grasosas, té o café de filtro, y alguna que otra cosa.
Cuándo llegamos a la habitación estaba sucia, las sábanas llenas de pelos (nos cambiaron las sábanas pero recién al otro día barrieron)
Nos dieron sólo dos jabones para las cuatro noches. No proveen shampoo.
Sólo hay wifi en el lobby.
Las fotos de la página no representan la decadente realidad.
MUY caro para lo poco que ofrecen.
Rescato la calefacción y la ducha que funcionaba bien, el resto es olvidable.