Fuimos al hostel con 6 amigas, ni bien llegamos nos quedamos espantadas del servicio precario que prestaba. Las habitaciones son muy pequeñas y muuuuy sucias. El anfitrión no limpió antes de nuestra llegada, ni siquiera tenía las sábanas correspondientes, nada agradable. Andres es una persona bastante pedante que se dirigió a nosotras de manera incorrecta, irrespetuosa, la cual no merecíamos. Nos invitó a retirarnos por que el consideraba que “no demostrábamos una actitud correspondiente al lugar, que no compartíamos la energía”.
Nos fuimos del lugar el mismo día que llegamos.
Impresentable.
- Wi-Fi gratis
- Bar/Salón