El lugar es inmejorable. Realmente es impactante por su belleza.
Pero, la belleza por sí sola no significa excelencia. Si bien el mantenimiento, higiene y estructura está muy muy bien, el servicio me pareció bastante malo para el estilo de hotel y el precio que se cobra.
1) Las habitaciones son bastante pequeñas.
2) El servicio del desayuno es malo, ineficiente y lento.
3) La calidad y variedad del desayuno no es el esperable para este nivel de hotel. Le falta calidad, sabor y variedad.
4) Llegamos tarde a la noche y el único restaurant abierto es el bar de comidas rápidas (considerando la ubicación del hotel resulta imposible comer en otro lugar tan tarde a la noche) Pedimos unas sopas que era agua tibia sin sal con un par de verduras flotando sin color ni sabor. Reclamamos, nos la calentaron y le agregaron mas de esas verduras incoloras y sin sabor. Una vergüenza. También pedimos unas tartas que si bien estaban aceptables, demoraron una eternidad y no eran nada espectacular. El precio es ridículamente caro. Después de semejante experiencia, no volvimos a comer en el hotel.
5) Se ve que tuvimos mala suerte porque estábamos tranquilas entre amigas disfrutando de la piscina, y apareció una enorme familia llena de niños que no paraban de gritar y salpicar escandalosamente animados por los mayores que los acompañaban que gritaban mas que ellos. Lamentable que nadie cuide que se pueda convivir en un ambiente tan bello. Nos tuvimos que ir porque era imposible siquiera conversar. Debería haber un espacio especialmente diseñado para los mas pequeños sobre todo si son tan inadaptados y mal educados.
Hicimos algún comentario al respecto a los empleados del sector de la piscina, pero nos dijeron que era la familia de los dueños del hotel. Con lo cual no hay mucho mas para decir al respecto.
Por lo demás está bien pero la verdad esperaba muchísimo más.

Me encantó. Todo perfecto.
Las habitaciones son confortables, estuve alojada en el Ala Bustillo pero recorrí el hotel y conocí la parte nueva. Fuimos una noche y al pasar por un pasillo se veía la oscuridad de las montañas.
No hay un detalle librado al azar, todo el hotel está decorado. Es sumamente agradable.
Las vistas son inolvidables, hasta se puede observar el Cerro Tronador.
El lugar vidriado para tomar el té es imperdible.
Tiene actividades para niños y canchas de golf.
La piscina es para recomendar porque hay hermosas vistas para disfrutar desde una repostera.
Salimos a dar un paseo saliendo por la parte vidriada y terminamos bastante lejos. Dan mapa en el hotel para ubicarse.
Tiene cerca el puerto y una capilla.
No veo la hora de regresar. Es un hotel que reúne todo. Inigualable.

Quicimos conocer el hotel, y se nos ocurrio ir a tomar el te de modo bufet. El hotel esta preciocso, sums vistas son de otro planeta. Pero lamentablemente el servicio de bufet para merendar, Es dingo de un robo. Te cobran $540 por adulto y creo que $340 por niño. Uno no puede servirse, sino que te sirve una moza de muy buenos modales, pero lo que te ofrecen deja mucho que desear. Lamentablemente, este hotel magnifico NO esta pensado para este tipo de evento. No lo recomiendo, al menos que valores poco tu dinero.