Estuvimos alojados dos noches hace unos días, nos tocó un fin de semana muy bueno, totalmente despejado por lo que los paisajes se disfrutan más, la ubicación del hotel es estratégica junto a la desembocadura del río Frías, el hotel está impecable, remodelado sin perder el estilo original pero totalmente modernizado por dentro, decorado con buen gusto, todo está en buenas condiciones.
Hay dos opciones para comer, podés almorzar en el comedor que está a 100 mts del hotel con opciones muy ricas y a precios totalmente razonables para el lugar donde está, y a la noche cenás en el restaurant del hotel que es muy lindo con platos riquísimos y a los mismos valores que el comedor.
Hay muchas opciones de caminatas para hacer durante el día, imperdible aprovechar la navegación por el lago frías con el Tronador de fondo, los huéspedes del hotel tienen descuento en ese paseo.
Durante el día hay bastante movimiento de turistas que llegan en los catamaranes dando vida al lugar, a partir de las 18:00 con la {ultima vuelta ya sólo quedan los huéspedes y el personal, es de destacar la predisposición y amabilidad de ellos.
Leí un comentario que le cobraban el agua del mate, si das tu número de habitación al de la confitería no te lo cobran.
Es un lugar para volver, lo recomiendo!