Un lugar único. Una experiencia totalmente diferente a todo lo que habíamos hecho antes. La atención, como explican y el cielo increíble que se ve, no tienen precio. Y encima comimos super rico y aprendimos en el museo, una locura. Gabriel y Claudio unos genios a otro nivel. Super agradecidos por la linda noche que nos hicieron pasar. Saludos.