Nos quedamos primero 2 noches y repetimos una tercera para la vuelta. Hotel rústico, con una decoración exquisita de madera y objetos antiguos, lobby para relajarse leyendo tranquilamente, limpio, baño con ducha caliente y muy buena presión, cama confortable, wifi correcto. No es céntrico, pero esta a 5 minutos de la calle principal. La atención del personal, en especial Hugo, es totalmente exquisita, a nosotros nos imprimieron los billetes de avión, nos hicieron diferentes llamadas y nos ayudaron en todo lo que pudieron y mas, nos recomendaron un espectáculo de danza del cascanueces que hacían en el centro de manera gratuita. Tienen diferentes detalles de cortesía, nos ofrecieron una copa de vino al llegar, en la habitación hay una botella de agua gratuita, y por la tarde también nos ofrecieron un trago de limoncello. El dueño tiene otro hotel en Calafate que tiene piscina climatizada y dejan que los clientes del Patagonia, disfruten de ella de manera totalmente gratuita. Nosotros lo hicimos, y aunque hay que decir que hay una buena caminata, valió totalmente la pena, tanto por la piscina, como por las vistes de todo Calafate que hay desde arriba del cerro.
Tal vez lo único que pude encontrar a faltar, fue un televisor en la habitación, y reconozco que el chirriar de la madera cuando los huéspedes caminan se puede oír, pero para nada no es algo molesto.
Excelente relación calidad-precio, ideal para aquellas persones que buscan confort a precios económicos.