Mi primera vez en la ciudad, el hotel queda muy cercano a la plaza principal, en una de las calles principales de la ciudad. Muy buen hotel, cómodo, tranquilo para dormir en las noches, super luminoso. El desayuno correcto, la limpieza en general muy bien, con los amenities esenciales para viajeros.
El hotel cuenta con un restaurante, al cual no tuve tiempo para poder cenar/almorzar ahi.
Recomiendo totalmente el hotel para cualquier viajero que esté por la ciudad.
El año pasado para el mismo mes y por una noche, ubicamos este hotel por casualidad. Este año misma historia, 1 noche y es por la atención del año pasado que volvimos a elegir. La verdad que nos sorpreendieron con el nuevo lugar para el desayuno, luminoso y muy bonito, bien ambientado, por cierto el desayuno riquísimo, los alimentos frescos y en abundancia. Excelente la atención del personal, la habitación impecable y el estacionamiento normal, igual que el año anterior. Precio un poco más caro que el año anterior, pero normal por la situación del país. Es triste como vimos a la ciudad, Río Gallegos totalmente abandonada, no se que interna hay ahí con el intendente y la gobernadora, pero muy abandonado toda la city, las calles sucias, rotas con muchos baches... mal. Pero es meritorio que el hotel sorprenda más allá de todo. Gracias.
Hotel en ubicación central, temperado, aseado, amabilidad de los empleados, desayuno con frutas, pan blanco e integral, cafetería y tés, panes dulces, de 8:00 a 10:00 am. El baño perfecto pero falto ventilación. Precio ad-hoc con la temporada baja. Nada que criticar, nos encanto!
El hotel está en una esquina y es fácil llegar. Tiene un lobby amplio con grandes ventanales, mobiliario en buen estado y limpio. Para acceder al bar o comedor se deben subir unos escalones y bajar otros tantos; para personas con movilidad reducida es dificultoso. Tiene dos pisos y se puede acceder por el ascensor. La atención del personal de la mañana, es muy cordial; no así el de la noche. Entregan una llave magnética por habitación. Si son dos o más, es molesto. La habitación estaba aceptable. Limpia y ordenada. Hay detalles para tener en cuenta. Si bien es un tres estrellas, son cosas básicas que hacen un confort asegurado. No había frigobar y un cesto para la basura. La sábana de mi cama, estaba rota. La segunda noche, podrían haberla cambiado. El baño, tenía algunos detalles de pintura en la puerta. La ducha, estaba bien. El agua sale caliente y con mucha presión. El detalle más incómodo e inexplicable es la jabonera. Sobresalía de la pared lateral y no empotrada o al lado de las canillas, lo cual hacia que se tuviera que tener cuidado de no golpearse.
El desayuno, es correcto. El restaurante, está muy bien decorado y la carta es excelente y variado. Los precios, algo caros, como en Buenos Aires. El cordero con hongos patagónicos y papás fritas ($320), riquísimo!!
Es un hotel para un par de noches.
Estuvimos una sola noche. El personal bien, tuvimos un pequeño inconveniente con la reserva que lo supieron resolver. Las habitaciones normales, las camas muy comodas, dormi muy bien. Lo que si, se filtraba un pequeño frio de la ventana, pero nada grave. El desayuno estaba bien, la variedad normal de cosas, pero todo muy rico. De afuera aparenta ser más, pero estuvo bien.
