En realidad lo que fue nuestra estadía por Río Gallegos, quedará la mayoría en el olvido, junto con este hotel.
Igualmente obtuve lo que esperaba, la idea era reservar algo más o menos barato, pero se puede ser económico y también de calidad, cosa que acá no vi.
El hotel es viejísimo. Por lo menos tiene 40 años, y si no está muy descuidado. La habitación que nos tocó era deplorable, chiquita, con agujeros en el techo y la pared remendados con papel y telgopor. La cama es pequeña e incómoda. Los pasillos son sumamente ruidosos. Al wifi solamente se pude acceder desde el lobby y supongo desde las habitaciones cercanas a éste, porque desde la nuestra que era una de las de atrás de todo, nada.
La atención del personal estuvo bien. Normal, interactuamos lo justo y necesario en realidad. Y otra cosa que si es para destacar es la ubicación que es ideal, pleno centro y cerca de todo.
Pero de todas maneras, Río Gallegos no tiene casi nada de actividades interesantes para hacer turismo. Lamento haber ido.