Es un hotel de tipo familiar, económico ideal para descansar después de un día de trabajo en los vientos fríos de Río Gallegos. Lo único negativo fue que en mi habitación el baño privado no cerraba completamente. Se encuentra cerca del centro y de la costa
No me hospede por ese motivo. Fui a consultar el valor y consulte por la cochera. Y me respondió: los coches quedan en el terreno de al lado (baldío)... Descubierto y sin ninguna protección. Y para rematarla me dió información de hoteles con cochera... Pero de otra categoría muy superior...
Un hotel de lo más sencillo, simple, pequeño, familiar, tranquilo y lo más importante, económico, con desayuno simple, café con leche, tostadas, manteca y mermelada, su atención, muy buena, siempre listos para ayudar al viajero. Lo único que hay que dejar el vehículo en la calle, pero las veces que me aloje allí no tuve problemas
Ubicado a pocas cuadras del centro, atendido con amabilidad y limpio: condiciones básicas que, sumadas a un precio accesible para el sur argentino ($ 800 en enero 2017) lo convierten en una buena opción para pasar una noche en la capital provincial. La habitación es pequeña pero funcional y el baño cómodo. Buen wifi. Incluye un desayuno muy simple y el auto queda al lado del hotel, en un terreno descubierto pero sin problemas de seguridad.
El tema pasa por la habitación. Era pequeña al igual que el baño. Poca agua caliente. El personal muy amable, el desayuno discreto, la ubicación buena. El "estacionamiento" es un baldío al lado del hotel.
