Fuimos 8 noches con mi familia a esquiar. El hotel es divino, el personal muy amable, la limpieza impecable y el desayuno buffet súper completo y abundante. Muchas mesas tienen vista al cerro. La piscina cubierta es realmente increíble, con las mejor vista que he tenido la posibilidad de conocer. Vale la pena!!!
El desayuno el primer día estaba colapsado al punto que no teníamos mesa a donde sentarnos con mi familia!!! Una locura tuvimos que tomar un café parados hasta que se desocupe una mesa 20 min despues porque se iba el transfer al cerro... (hay solo un transfer 8:30 y otro 10:30... el 90% toma el de las 8:39 porque el otro es muy tarde y si tenes niños en la escuelita de esquí, no llegan!!) luego, a partir del 3er día, el hotel con buen criterio, agregó otro transfer en un horario intermedio 9hs y eso colaboró mucho y solucionó el colapso en el desayuno.
Hay un bar a donde tocan el piano y u auditorio a donde hacen shows. Muy bueno!
Una recomendación para el hotel es que en el sector de la pileta y spa hay más control... los niños te saltan por la cabeza, literal. Estas en el jacuzzi y se meten de a 10, si nieva como nos pasó a nosotros.. que es una experiencia espectacular, te tiran bolas de nieve y corren alrededor de las piletas sin control tirandose de bomba en el jacuzzi. Si bien yo soy madre y me gusta compartir en familia, entiendo a las parejas que van sin hijos y quieren descansar... Por momentos a las 18hs la piscina era una descontrol peor que una Playa concurrida en hora pico. Solo debería haber alguien que controle el comportamiento(ya q aparentemente hay padres a quienes no les importa! ) que los niños no corran como locos gritando, que no entren con vasos a la pileta o se tiren de cabeza.
Más allá de estos detalles que espero sirvan como crítica constructiva, el hotel es hermoso y volvería sin dudas.