El hotel tiene un buen precio y esta muy bien ubicado. Sin demasiados lujos pero acogedor y al estar cerca del centro llegas caminando y rápido a la mayoría de los locales que hay por el centro. El personal brinda una muy buena atención y están siempre dispuestos a ayudar. El desayuno no tiene mucha variedad, pero de muy buena calidad la comida. Lo único de malo es que en la habitación donde estaba no podía abrir las cortinas porque perdía privacidad, ya que una daba a un patio y la otra al pasillo por donde pasaba toda la gente, aunque un detalle nomas.

Viajé con mi papá por 3 dias y medio a Ushuaia y nos quedamos muy contentos con el hotel. Carolina y Araceli fue con quien más contacto tuvimos todos los días y nos han atendido muy amablemente siempre. Todo el hotel es en una planta baja. Las habitaciones impecables, lindos colores y todo perfectamente limpio. El desayuno bastante completo, lo más rico fueron los bizcochuelos de diversos sabores que te ofrecen. Lo único no tan positivo es que el alojamiento se ubica en una pendiente un poco dura de subir cuando hay que regresar del centro, sin embargo como la calle principal queda solamente a dos cuadras ese punto negativo no es tan negativo después de todo. Sin dudas volveríamos.