Uno de los mejores sitios de la provincia, por calidad, por servicio y por precio, no apto para paladares acostumbrados a basura frita y rebozada, esto es otro nivel, aquí se viene a comer bien y a disfrutar, pero sin dejarte un riñón.
Comida:
Carta de nivel, no muy extensa pero suficiente y completa, no podemos recomendar los matahambres que son unos entrantes nuevos y que no nos gustaron tanto como el resto de platos, el resto de la carta es extraordinaria, platos de autor, algunos con elaboraciones complicadas, sabor a raudales, producto local y fresco pero del día, todo lo que se sirve es fresquísimo, lo normal con una carta no muy extensa y claro, se nota a la hora de llevárselo a la boca. Recomendamos cualquier plato, el salmón excepcional, el ragout de ciervo extraordinario, el hojaldre de puerros es súper original... Y por si fuera poco las mejores tapas que hemos probado en cualquier bar o restaurante que hayamos ido, buenísimas y muy originales. Antes tenían una degustación de panes y aceites en carta, se puede pedir llamando con antelación, ojalá vuelvan a incorporarlo estando donde estamos, un puntazo.
Servicio:
Un 10, nada que decir, limpieza total, educación, servicio rápido y eficiente, amabilidad, en otros sitios nos han podido tratar igual de bien, pero mejor no se nos ocurre cómo podrían hacerlo.
Relación calidad-precio:
Uno de los poquísimos sitios en los que hemos podido disfrutar de algo parecido a alta cocina a precios populares. Excelente producto y elaboración, buenas cantidades, buenas tapas y todo a buen precio. Totalmente recomendable.