Es una hostería chiquita , solo 3 habitaciones, súper cálidas acorde al lugar. Nuestra habitación, en planta alta, muy amplia, con un hermosa vista al Fitz Roy. La limpieza impecable. El desayuno exquisito, con jujo natural y mermeladas caseras. Excelentes ubicación Cerca de la terminal, restaurantes y centro. Pero lo mejor es la atención de Ana, amante del lugar', que atiende con esmero y dedicación admirable. Súper recomendable.
- Wi-Fi gratis