En un entorno increíble entre la meseta patagónica y los bosques andinos, se encuentra esta hostería con una vista insuperable al volcán Lanín. Lugar muy tranquilo para realizar treking, cabalgatas, kayac, paseos en lancha y pesca.
La hostería se destaca la muy agradable recepción de sus propietarios y el personal.
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Fuimos en familia, pasamos un Año Nuevo distinto y genial. Marcelo y Adriana son los mejores anfitriones.
Todo impresionante, el lugar, la comida, la vista, la paz
Sin wifi, excelente para los chicos y también grandes.
Seguro volveremos.
Antigua hostería familiar atendida por sus dueños. Servicio y gastronomía excelentes .. con ganas de volver cada año a disfrutar de un lugar soñado y de cada detalle preparado por sus dueños Adriana y Marcelo.
Una antigua hostería muy bien mantenida a lo largo de los años, y atendida en forma excelente por sus dueños, Adriana y Marcelo, que son excelentes anfitriones. Las vistas del lugar, hacia el volcán Lanin, el lago Paimun o el lago Huechulafquen, son postales únicas, desde un parque propio muy bien mantenido. El sistema es de pensión completa, de buena calidad y comida casera, con buenas opciones de vinos y cerveza. Demuestra que no se necesita teléfono, internet, ni televisión, y se puede pasarlo muy bien desconectado del mundo y conectado a una naturaleza majestuosa
Valoramos mucho el cuidado de los detalles y de un lugar con muchos años de antiguedad rodeado de un paisaje soñado. No lo aconsejo para personas a las que no les interesa disfrutar de la naturaleza o sienten que no pueden vivir sin tecnología. A nosotros nos gustó mucho por poder tomar distancia de la vorágine de la ciudad y sumergirnos en este lugar que es un cuadro.
Pasamos 4 dias maravillosos en la Hosteria de Adriana y Marcelo en familia. Lugar ideal para conectarse con la naturaleza y desconectarse de lo urbano. A la vera del precioso lago, escoltada por la majestuosidad del Volcan Lanin, rodeada de hermosas flores y un jardin que invita a contemplar y agradecer estar ahi, esta Hosteria ofrece ademas la posibilidad de hacer excursiones de pesca, pasear en kayak o canoas, hacer trekiing, animarse a una cabalgata hasta la base del Lanin (Cabalgatas La Martina, guiadas por el super amigable Gabriel), o solo aprovechar las vistas o el espectaculo de estrellas cuando se apaga la luz a las 12 de la noche.
La Hosteria ofrece media pension o pension completa (deliciosos platos caseros!) y un exquisito cordero en su quincho si llegas el domingo. Las empleadas que sirven las comidas son amorosas y muy dispuestas.
Las habitaciones son comodas, sumamente limpias. Algunas con vistas al volcan y otras a la montaña.
Cada noche, las empleadas repasan los baños y dejan las camas preparadas para el descanso.
La experiencia de alojarte en Paimun no seria tal sin la calidad humana y amabilidad genuina de sus dueños, presentes y atentos todo el tiempo. Ciertamente, la clave para que hayamos pasado dias inolvidables y querramos volver!!!
Gracias Adriana y Marcelo
Recomiendo ampliamente Hosteria Paimun
