Es una posada boutique con solo dos habitaciones, un lindo jardín, deco muy cuidada. Destaco la ubicación súper céntrica, al lado de la plaza y del mítico bar Bessonart, y la atención exquisita de Héctor. Agregaría algo fresco y más sano al desayuno pero debo decir que el pan estaba muy rico. Volveremos sin duda.
- Wi-Fi gratis
- Estacionamiento gratis