Es la cuarta vez que venimos, y la atención - que ya nos había parecido excelente la primera vez - no ha hecho otra cosa que mejorar.
Tiene un parque enorme con pileta, es pet friendly, hay animales de granja para los más chicos, los cuartos están decorados con un gusto impecable y la atención de todo el equipo y de sus dueños en forma directa es excepcional.
Si estás en la pileta se acercan para ofrecerte un trago, si llueve te ofrecen paragüas para que te traslades si estás en una de las caballerizas, nos han cocinado cosas específicas y nos consultan siempre si nos gusta lo que vamos a comer.
El chef (co-dueño) es una maravilla que busca sorprender y adaptarse a todos los paladares.
El servicio en general es impecable, y hay gente atenta a cada necesidad.
Es un lugar en el que hacen lo imposible para que te sientas el huésped más importante del mundo. Y lo logran.
Volveremos mínimo una vez por año.Más
- Wi-Fi gratis
- Estacionamiento gratis