Mónica y Nina compartieron su profundo conocimiento sobre el terroir único de Cafayate, sus suelos, el clima y cómo estos factores influyen en el sabor y la calidad de los vinos producidos en la bodega.
Después de la visita a los viñedos, nos dirigimos a la bodega en sí. Luego, pude degustar algunas copas de vino junto a una tabla de queso, en un paisaje rodeado de naturaleza.
No es un lugar adaptado a niños, recomiendo solo para adultos.
Linda y pequeña bodega con unos vinos muy exquisitos. La atencion y la visita guiada excelente, muy buena predisposicion y simpatia
La visita a la bodega es una excelente experiencia conducida por una guía muy amable y con mucha información acerca de los vinos y el terroir. Bodega pequeña con Vinos de excelencia y mucha historia del vino Salteño. La visita dura aprox 20 minutos, donde recorres las instalaciones y te explican todo el proceso desde que llega la uva hasta que se transforma en vino. Después visitas la cava donde se atesoran los vinos que esperan el momento justo pasa salir al mercado.
Al finalizar se puede realizar la degustación de la linea San Pedro o Coquena.
Yo conocía los vinos, los que cada año siguen manteniendo y mejorando la impecable calidad pero no había visitado la bodega y realmente fue un gusto ir.
Hice un viaje con mi pareja y recorrimos varios lugares del NOA. En la parada de Cafayate, estuvimos una sola noche, disfrutamos de conocer el centro del pueblo, visitar una bodega ahí mismo (El Porvenir) y comer en un lindo y cálido restaurante llamado . Al día siguiente en primer término hicimos la visita a El Porvenir y luego ya emprendiendo el camino para dirigirnos a Cachi, fuimos a la bodega San Pedro de Yacochuya. La experiencia en esta bodega fue muy buena. Hicimos una visita guiada gratuita donde recibimos información básica de la producción e historia de la bodega. Luego nos quedamos para realizar una degustación en la cual se podía elegir que selección de etiquetas incluir entre 2 o 3 alternativas que estaban previstas. Fue muy bien atendida y servida, se acompañó con una tabla de queso y fiambre acotada pero de muy buena calidad. Elegimos la opcion intermedia. La calificaría como muy buena tanto en lo técnico como en lo humano.
Hermoso lugar y muy buena atención, lastima que no te dan por cortesía alguna copa de vino para probar. Nunca me pasó en las visitas a otras bodegas
