Estábamos en la habitación del fondo y no llegaba el WiFi ni por casualidad.
Faltaba un poco de pintura en las ventanas pero fue la mejor cama.
El.lugar es precioso y el personal hiper amoroso.
Lo mejor la comida y el desayuno casero con regionales y panificados exquisitos.
Porque un hotel de aparente lujo no tiene frigobar. Batas de baño pero sin pantuflas, se requiere reservar para usar el sauna algo que hoteles de categoría similar o inferior tienen de serie. Atencion muy buena pero con estas limitaciones deja un sin sabor
El hotel, el servicio, la atención, la historia, el paisaje, los viñedos, la gastronomía. Altalaluna es un lugar hermoso ubicado entre montañas y viñedos.
Las habitaciones tienen vista a los viñedos y a las montañas. Son amplias, de estilo colonial y bien puestas.
Dispone de un parque muy lindo y acogedor, con arboles, parrilla y una galería hermosa para descansar, tomar mate o cenar a la noche.
La parte de Lobby y restaurante están en una casona histórica perfectamente mantenida, con un lugar muy lindo para descansar, con hogar a leña.
En el restaurante también se sirve el desayuno. La gastronomía es exquisita, el restaurante intimo, muy bien atendido y aparte con los vinos de la bodega Tukma, que son los dueños del hotel.
a pasos del hotel se accede a los viñedos que rodean el predio. SI bien esta a 17 km de Cafayate, el lugar vale la pena.
Vinimos por 2 noches; al llegar nos enamoramos del hotel y reservamos 1 noche más.
Increíble vistas, muy rica comida y vinos.
Habitación super cómoda, hermosa pileta y la atención un 10!
El mejor cielo estrellado que ví en 32 años!
Recomiendo 100%
Habitaciones amplias y cómodas, pero oscuras y pobremente decoradas. El baño pobre y deteriorado. Vistas agradables al jardín del Hotel. Desayuno correcto.
Situado muy lejos de Cáfate.
Ofrecen degustaciones y paseos por el viñedo.
También ofrecen cabalgatas en luna llena, pero no treking ni caminatas cosa que echamos de menos.
