Hotel de estilo colonial encantador por su arquitectura, vistas limpieza y cuidado del medio ambiente. En el baño cuentan con dispenser para el jabón, crema corporal , shampoo , acondicionador y jabón , lo que evita los amenities individuales con plásticos de un solo uso que terminan en la basura.Sus galerías huelen a jazmines y las habitaciones con un exquisito perfume en su ropa de cama y de baño. En esta ocasión nos alojamos en una habitación con vista al Jardin y a las montañas, tiene una puerta que da a una galería con sillones desde donde se puede disfrutar de un momento de relax . El desayuno completo con jugo de naranjas natural y hueva revueltos , mermeladas y panes caseros.
El servicio del restaurante también es impecable, nos atendió Franco con mucha dedicación, pedimos salmón y sorrentinos de papay queso de Cabra, ambos muy sabrosos y bien presentados. Nos sorprendió, y el postre quesillo con dulces regionales para compartir. Exquisito.
Hicimos reserva por la página del hotelMás
- Wi-Fi gratis
- Estacionamiento gratis