He viajado meses enteros por todos los Estados Unidos en varias ocasiones y nunca me he encontrado en un hotel parecido a este. Llegamos con reserva para una noche y le solicitamos desde un principio estar dos noches por necesidades del viaje que estamos realizando. Le preguntamos si nos podía mantener el precio pactado de la primera noche para la segunda noche, y nos dijo que no debería porque la segunda noche correspondía con un sábado por la noche, pero que nos haría una excepción y mantendría el precio. Le llegué a preguntar hasta tres veces para que me confirmara este hecho porque no acababa de confiar en la expresión de su cara y me confirmó que sí. Qué sorpresa fue la nuestra, cuando al pagar la segunda noche, nos exigió el precio del sábado por la noche inicial, culpando a los impuestos a pagar.
Además, la atención en recepción me ha parecido pésima. Por ejemplo, me acerqué para consultar un problema de la habitación y me respondió la señora de recepción: “Venga más tarde, ahora estoy viendo la televisión”. Ante mi cara de sorpresa y protesta, me respondió: “Bueno, ahora cuando acabe el programa de televisión le llamo a la habitación”. El WiFi era bastante flojo, inaceptable. Aunque recientemente renovadas, las condiciones de la habitación y el baño tampoco estaban a la altura del precio exigido por la misma, que no incluía ni siquiera el desayuno.