Estuvimos 4 días soñados, un paisaje maravilloso, lleno de estrellas por la noche y sin límites en el día. La casa es preciosa, amplia, los cuartos inmensos y confortables. Marisa nos atendió hasta en los mínimos detalles, desayuno rico , nos hizo picadas para recibir amigos , cuando quisimos almorzar o cenar solo le avisamos y nos preparo comida rica servida en una mesa impecable. Nos asesoró en nuestros recorridos y hasta nos conectó con un vivero para comprar orquídeas. El personal amable, servicial y eficiente.Más