Se trata de un punto intermedio en medio de todo, puedes realizar varias rutas hicimos la montana con la roca forada, el barranco del infierno y un pueblo próximo, transitamos por Valls de Evo y su maravilloso barranco,. Es un pueblo insólitamente tranquilo. El hotel está diseñado con muy buen gusto, mucha madera y muy acogedor, para disfrutar dos o tres personas. Las tardes de lectura y las cenas, donde utilizo una palabra poco habitual en mi vocabulario espectacular, buena variedad de vinos a precios muy razonables, Lo recomiendo para gente que precise atemperar esta época de miseria.