A veces un simple cambio provoca inestabilidad, pero que no exista cambio y se convierta todo en un desastre, eso en restauración se denomina decadencia.
La Posá del Tío Peroles, una referencia en la comida y el tapeo en la sierra de Abla y Abrucena, dominada por la majestuosa Sierra Nevada. Conocida por sus jornadas micológicas y un referente en la gastronomía del lugar. ¿Qué ha pasado con sus tapas? Buenas eran esas noches de tapeo, que nos brindaba Peroles, con tapas elaboradas, saliendo del típico trozo de hogaza y lomo plancha, para dar un valor añadido al gran concepto de tapa de sierra. Peroles lleva ya tres años cerrándose en la innovación y lo que es peor, en el servicio. Abren servicio sobre las 8.30h de la tarde y sorprendentemente a las 9.30h las tapas se consumen, se agotan, desaparecen. No echemos la culpa al Covid, porque hace 2 años no existía, echemos la culpa al modelo de restauración, donde su dueño, aboga por las comidas como el centro del servicio de Peroles. Una lástima, porque lo que quizás Peroles no sabe, es que el modelo tapas es el que busca aquel que quiere conocer su cocina y por ende, disfrutar posteriormente de su cocina. Creo y es muy particular, que el señor gerente de Peroles no tardará en cerrar el servicio nocturno de tapas... una lástima para la región, pero más para el restaurante, que en cierto modo vive del boca a boca de aquellos que han degustado sus tapas. Descanse en paz el tapeo en Peroles y ojalá otros ojos y manos lleven a cabo el resurgimiento de un fenómeno tan sano y brillante, como son las tapas de la sierra.