Los bungalows son fantásticos. El personal es súper amable y está muy pendiente de ti. Había una chica española Sílvia que nos trató estupendamente explicándonos todas las excursiones y atendiendo todas nuestras necesidades. Las playas son espectaculares y el agua una maravilla. Muy privado. Un lujo. La verdad es que no se puede pedir mas. Si hay que ponerle algún pero en nuestro caso fue la comida que en el Sakura no fue todo lo que esperábamos pero la experiencia es inolvidable.

La magia comienza cuando llegamos a Bel Ombre Jetty, la terminal en Mahe desde donde parte el barco que luego de 40min ( apreciando las inmejorables vistas), alli mismo nos chequearon y nos dieron las habitaciones, inclusive a nuestra sorpresa recibimos un upgrade a una Frontbeach Villa
Anclamos en Silhouette! Nuestra llegada fue tan glamorosa como divertida, habia un encargado por grupo según el idioma, que nos transportaba en carrito de golf hasta las habitaciones, mientras disfrutas de un coco de la isla.!
La isla es una reserva, aqui protegen especies como el Murciélago y las tortugas, por lo que las habitantes de Silhoutte son en su mayoría empleados del Hilton y unos pocos pagados x su propio gobierno para conservar las aéreas. Hay una escuela (cerrada porque no hay chicos), una clínica, algunas casas de los lugareños y el resto es SELVA y Hotel!
Tuvimos un Hotel tour con el carrito donde nos mostraban los restaurantes, recepción, aéreas de recreación y hasta que llegamos finalmente a nuestra Villa, que nos dejo atónitos durante las 8 noches que disfrutamos alli!. En principio abrimos las ventanas para que nos envuelva el sonido del mar, junto con la piscina con cascada para nosotros solos, algo extraordinario! Estas villas frente al mar, son las ultimas del hotel, las que estan pegadas al SPA, por lo que no son aptas para bano, por estar rodeadas de piedras, pero si son transitables y se puede llegar caminando hasta las zonas publicas del hotel!.Se puede caminar de norte a sur sobre la arena blanca.
Silhoutte es lo que se dice, el autentico Seychelles! y no pudimos haber elegido mejor opción q pasar 8 noches aqui, en lugar de estar tomando barcos hasta la Digue, la realidad es que viajamos con 2 bebes chiquitas y queriamos descansar de tanto viaje, asique tuvimos durante estos dias la postal de Seychelles a pasos de nuestra Villa!
Reservamos la opción de Media pensión la cual nos permitió conocer las diferentes opciones gastronómicas, lo unico que de adicionaba eran las bebidas! son valores altos aun mas costosos que Maldivas.
El entorno del Hilton es majestuoso, con piedras gigantes, cascadas y mar de ensueño, fuimos a caminar por un sendero que te lleva por la selva unas 4/6 horas y que te regala unas vistas del océano a lo alto de la montana que no se pueden ver desde otro lado de la Isla! Finalmente celebramos cada dia con vinos y champagnas que nos dejaban de obsequio en la habitación, nuestro Buttler nos deleitaba cada noche con una sorpresa, nos preparaba la Tina con pétalos de rosas, nos decoraba la cama con animales y flores, nos dejaba capsulas de nesspresso free y la ultima noche, se acerco a nuestra hija para obsequiarle un peluche tortuga, un encanto de persona que nos atendia como si fueramos su familia!
Gracias a todo el equipo de Labriz, esperamos tener la posibilidad de volver muy pronto!!

Un buen sitio para olvidarte por unos días del resto del mundo, disfrutando de la tranquilidad que te aporta esta isla, instalaciones muy bien cuidadas, desayuno muy completo, recomendable mesa aislada en la playa, (reservar). Comida en los diferentes restaurantes del complejo muy buena, atención de camareros y servicio de habitaciones perfecta, mucha variedad en comida y de muy buena calidad. Grandes piscinas con servicio de bar. Playas paradisiacas, recomendable excursión por la isla, para sentirte un náufrago acomodado. Servicio de barco a las Isla diario, gratuito.