Nos alojamos en la Grand Suite The Level y fue una experiencia espectacular. Ver el mar cada mañana al despertar desde la cama y las puestas de sol desde el jacuzzi era mágico.
Desde el inicio de nuestra estancia (llegamos de noche y nos habían dejado un picnic y una botella de cava), todo fueron atenciones y trato muy amable por parte del personal. Incluso cuando tuvimos que prorrogar nuestra estancia debido a la cancelación del vuelo, también obtuvimos del personal un inmejorable trato, sobre todo del equipo de The Level (especialmente por parte de Elisete y de Sydney) .
El hotel cuenta con gimnasio, tres piscinas, muchas actividades (pilates, aquagym, yoga...) y espectáculos, y diferentes bares y restaurantes... Además, tiene acceso directo a la playa y hamacas gratuitas. Todas las instalaciones están muy bien cuidadas.
La comida buffet era amplia y variada, de calidad, con cenas y comidas temáticas. Lo más limitado era el desayuno (mejor en la zona The Level, con parte buffet y parte a la carta).
Echamos en falta que la zona The Level, tanto piscina como bar, fuera más amplia. También nos hubiera gustado poder cenar más noches en algún otro de sus restaurantes, nos pareció que las reservas eran muy limitadas.
Repetiremos la experiencia.Más
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