El enclave del hotel es muy bonito, rodeado por una vegetación preciosa (como en todas las Seychelles). La comida (buffet de cena y desayuno) esta buena y hay mucha variedad de platos y a diferencia de otros hoteles de Seychelles no te cobran las bebidas. Las habitaciones tienen buen tamaño y la decoración es bonita, contando todas con un espacio exterior. Dicho esto, nada esta a la altura de las estrellas y el precio del hotel y coincido con otros viajeros en que la imagen que venden por redes sociales dista de la realidad.
Fue, sin duda, el hotel que menos nos gusto de todos en los que estuvimos durante nuestro viaje en Seychelles. La mayor decepción, EN LA PLAYA NO TE PUEDES BAÑAR. Yo era consciente del impacto de los vientos en Seychelles en las diferentes estaciones, por lo que este hotel estaba en el lado "correcto" para ir en Septiembre, No obstante al tener la playa otra inclinación en esta época no puedes hacer el baño (hablo de bandera roja permanente) y no te informan de ello antes de ir. La playa es estéticamente bonita, pero Seychelles esta llena de enclaves maravillosos y playas impresionantes donde, además de admirar el paisaje puedes bañarte y disfrutar del snorkel y de arenas mucho más finas. Respecto a la respuesta de que el hotel da alternativas de ocio en este periodo, tengo que decir que hay 5 actividades al día: aquagym, volley (si hay bastante gente), yoga (de pago) y poco más. No hay animación aunque todas las tardes-noche hay música en directo en el bar (que no baile)
El hotel esta lejos de todo, aunque cerca tienes autobuses. Pero para llegar a ellos tienen que acompañarte a la entrada del hotel, ya que esta a cinco minutos en coche de las instalaciones. Para ir desde el edificio principal hasta esta entrada, el hotel solo cuenta con un coche que acompaña a los huéspedes. Dos días solicitamos este servicio y dos días esperamos más de 25 minutos. La respuesta de la encargada... que por que teníamos tanta prisa, que si íbamos a perder el autobús.
Aquí llego a lo peor del hotel, la atención. Los camareros y personal de playa son encantadores, pero en recepción te tratan con prepotencia y desidia. No sonríen jamás y no hacen el mínimo esfuerzo por hacerte sentir cuidado o resolver tus preguntas, críticas que ya he leído en otros comentarios y que jamás me había encontrado en un hotel, menos aún lo esperaba en uno 5 estrellas.
Tal vez el hotel este orientado a otro tipo de público. Si tan solo deseas una hamaca en un enclave bonito y descansar seguramente el hotel cumpla tus expectativas. Después de recorrer unas semanas Seychelles, quien vaya solo a este hotel en mi opinión no ha visto este maravilloso país. Hay miles de playas mejores, los paisajes son increíbles siempre y tienen instalaciones hoteleras verdaderamente 5 estrellas en todos los sentidos.

Estuve alojada en este hotel 14 días que se me hicieron eternos y aburridos.
El hotel está completamente aislado en la Bahía Lázaro, tiene una playa bastante grande y casi privada,aunque en Seychelles todas las playas son públicas no sueles ver gente local por el aislamiento que tiene.
Elegimos este destino y hotel porque nos lo vendieron como un paraiso no existente.
No nos pudimos bañar ni una sola vez en los 14 días, ya que en agosto y septiembre en esta zona de la isla hay vientos monzónicos y la marea era muy alta, todos los días muchísimo viento y la playa plagada de medusas. En cuanto a las actividades en el hotel son practicamente nulas, el equipo de animación es casi inexistente, el aquagym es sin música para no molestar a los clientes en pleno medio día, además que no se anima a la gente a participar. Por la noche no hay nada que hacer y salir con el coche por la noche es un peligro, no hay apenas alumbrado en la isla, se conduce por la izquierda, las carreteras son muy malas y la gente conduce muy rápido
El bufet es muy repetitivo y con comida con muchas especias.
En cuanto a los restaurantes externos son carísimos, una simple hamburguesa te cuesta unos 40 €.
La tienda de souvenirs del hotel también tiene unos precios desorbitados como tres veces superiores a los de la isla y si pagas con tarjeta de crédito te cobran el doble.
El personal del hotel no habla español, y entender su inglés es muy complicado.
La mayoría de los turistas son alemanes y en el hotel así como en el resto de actividades en la isla, como las excursiones se centran en ellos.
En cuanto a la limpieza del hotel, deja mucho que desear, en teoría hacen las habitaciones dos veces al día, en cuanto a hacer habitaciones y reponer jabones, pero no friegan los suelos nunca ni usan productos
de limpieza, un día nos hicieron la habitación con nosotros dentro y usaban las toallas usadas para limpiar el suelo y le echaron agua a la ducha con los zapatos puestos,en fin......
En cuanto a la zona de playa las bebidas frescas, pasteles, frutas, etc, siempre las reparten e incluso le dan a repetir a la gente que está alrededor de la piscina pero el resto de áreas están bastante desatendidas, aunque los camareros son simpáticos.
El hotel tiene un lago pero el agua está bastante corrompida y la zona de los animales está sucia, bastante mejorable.
Encima el hotel cada día ponía en sus redes sociales unas fotos vendiendo una imagen muy contraria a la realidad, en fin, el clima es bueno, el paisaje tropical muy bonito pero no compensa un viaje tan largo para no poder ni bañarte.

Es un hotel muy elegante, con detalles especiales como que te pongan agua fresca en todas las tumbonas, servício especial, simpáticos y amables.
No os perdáis el restaurante a la carta, que es una delicia y no mucho más caro que los demás.
La playa es una pasada. Fantástica.