Es un hotel centenario, que en su momento debe haber sido bellisimo, hoy está muy venido abajo, falta mantenimiento, de los 5 matrimonios que fuimos nuestro cuarto era el peor el baño sin terminar de arreglar, un cuarto enorme pintado sobre lo que fue un empapelado, muy mal presentado, la ventana daba a lo que fue un jardín, ahora lleno de basura y montañas de ramas,no así las otras habitaciones que estaban bastante mejor. Maravillosa la amabilidad, y la atención de las personas que trabajan allí , la comida muy buena y la atención excelente, pero la parte edilicia muy descuidada. Me costaron 2 pantalones columbia, que se me rompieron al engancharse en las sillas que están en el exterior con clavitos que sobresalían en el asiento.
Realmente es un lugar único y mágico, pero necesita mucho arreglo, esta muy descuidado.