Fuimos recibidos en Estancia San Agustín con hermosas sonrisas y un alucinante atardecer de fondo.
La atención fue maravillosa, la comida exquisita y el lugar se caracteriza por el buen gusto, la extrema limpieza y la música de la naturaleza que acompaña la estadía.
INOLVIDABLE NOCHE pasamos, ¡muchísimas gracias! Malu y familia